- Título: David Copperfield
- Título original: David Copperfield
- Autor: Charles Dickens
- Editorial: Alba
- Edición: 1 de Enero de 2012
- Idioma: Español
- Páginas: 1.022
- ISBN: 9788484286783
«Nadie pondrá en duda que soy un padre afectuoso con todos los hijos de mi imaginación, y que ningún otro progenitor puede querer a su fa-milia con tanta ternura. Pero, como muchos padres afectuosos, tengo un hijo favorito en el fondo de mi corazón. Y su nombre es David Copperfield.»
Este reconocimiento de Dickens en el prólogo a la edición de 1867 de la novela tiene el valor de venir de su propio «padre». Pero, desde su pu-blicación por entregas entre 1849 y 1850, David Copperfield no ha dejado más que una estela de admiración, alegría y gratitud. Para Swinburne era «una obra maestra suprema». Henry James recordaba que de niño se escondía debajo de una mesa para oír a su madre leer las entregas en voz alta. Dostoievski la leyó en su prisión en Siberia. Tólstoi la consideraba el mayor hallazgo de Dickens, y el capítulo de la tempestad, el patrón por el que debería juzgarse toda obra de ficción. Fue la novela favorita de Sigmund Freud. Kafka la imitó en Amerika, y Joyce la parodió en el Ulises. Para Cesare Pavese, en estas «páginas inolvidables cada uno de nosotros (no se me ocurre elogio mayor) vuelve a encontrar su propia experiencia secreta».
Este reconocimiento de Dickens en el prólogo a la edición de 1867 de la novela tiene el valor de venir de su propio «padre». Pero, desde su pu-blicación por entregas entre 1849 y 1850, David Copperfield no ha dejado más que una estela de admiración, alegría y gratitud. Para Swinburne era «una obra maestra suprema». Henry James recordaba que de niño se escondía debajo de una mesa para oír a su madre leer las entregas en voz alta. Dostoievski la leyó en su prisión en Siberia. Tólstoi la consideraba el mayor hallazgo de Dickens, y el capítulo de la tempestad, el patrón por el que debería juzgarse toda obra de ficción. Fue la novela favorita de Sigmund Freud. Kafka la imitó en Amerika, y Joyce la parodió en el Ulises. Para Cesare Pavese, en estas «páginas inolvidables cada uno de nosotros (no se me ocurre elogio mayor) vuelve a encontrar su propia experiencia secreta».
Leer a Dickens es una gozada. Tiene la capacidad de elevar
las palabras, es por personas como él que la escritura puede ser considerada un
bello arte. A día de hoy, si bien he dado con autores muy buenos, ninguno de
ellos ha llegado a alcanzar tal maestría con las palabras.
De Dickens he leído hasta la fecha tres de sus obras, Canción de Navidad, mi favorita por ahora, Historia de dos ciudades y la que me ocupa ahora mismo.
De Dickens he leído hasta la fecha tres de sus obras, Canción de Navidad, mi favorita por ahora, Historia de dos ciudades y la que me ocupa ahora mismo.
Es sobradamente conocido que esta es la obra más autobiográfica
del autor y posiblemente una de sus más queridas por eso mismo. Las alusiones
están por todos lados y son fácilmente reconocibles si se sabe algo de su vida. Por ejemplo, la prisión por deudas donde fue a parar el propio padre
de Dickens está presente en la obra así como muchas otras pinceladas aquí y allá.
Sin embargo, no es mi favorita y de hecho de las tres es la que menos me ha gustado, teniendo en cuenta que aún así me ha gustado muchísimo por cómo está escrito. Lo dicho, este hombre podría haber escrito sobre el apareamiento de los caracoles y muy posiblemente lo seguiría encontrando hermoso y digno de leer. No obstante, es una lectura larga y si vas con la idea de leerla de una sentada es muy posible que te veas superado por su densidad. Por eso mi recomendación es que lo leas despacio, sin prisas. Simplemente siéntate y disfruta del viaje y si aún no has leído nada de Dickens entonces ahí va un consejo: empieza por Canción de Navidad, es corto, hermoso y te aseguro que te va a llegar especialmente si decides leerlo en la época navideña cuando los adornos decoran las calles y las personas están en pleno ambiente festivo. Créeme, es muy difícil que no te llegue de una u otra manera y que no llegues a amar la preciosa prosa de su pluma.
Sin embargo, no es mi favorita y de hecho de las tres es la que menos me ha gustado, teniendo en cuenta que aún así me ha gustado muchísimo por cómo está escrito. Lo dicho, este hombre podría haber escrito sobre el apareamiento de los caracoles y muy posiblemente lo seguiría encontrando hermoso y digno de leer. No obstante, es una lectura larga y si vas con la idea de leerla de una sentada es muy posible que te veas superado por su densidad. Por eso mi recomendación es que lo leas despacio, sin prisas. Simplemente siéntate y disfruta del viaje y si aún no has leído nada de Dickens entonces ahí va un consejo: empieza por Canción de Navidad, es corto, hermoso y te aseguro que te va a llegar especialmente si decides leerlo en la época navideña cuando los adornos decoran las calles y las personas están en pleno ambiente festivo. Créeme, es muy difícil que no te llegue de una u otra manera y que no llegues a amar la preciosa prosa de su pluma.
Bien sabe Dios que si me hubiera hablado con amabilidad en aquellos momentos, yo habría podido ser mejor e incluso convertirme en una criatura diferente para el resto de mi vida. Unas palabras de aliento y de explicación, unas palabras de piedad para mi ignorancia infantil, unas palabras de bienvenida que me tranquilizaran y me ayudaran a sentir que aquél era mi hogar, podrían haber conseguido que le obedeciera de todo corazón, sin hipocresía, y que, en lugar de odiarle, le respetara.David Copperfield es una historia de superación, la historia de un niño que se queda sin nada y cómo poco a poco va haciéndose a sí mismo entre los bandazos que a todos nos da la vida de una forma u otra. Es una historia bonita y ciertamente no debe dejar de ser leída pues es una de las obras más representativas del autor.
Valoración:
4/5
Puedes adquirirlo en:
0 comentarios:
Publicar un comentario